Tiempo atrás
Leo me ha despertado. Hacía muchos meses que no pasaba por aquí. Pero esta persona, que ha hecho un comentario en el último texto de este blog, escrito a principios de junio de este año, me ha recordado que Penemaker fue el primer sitio que abrí en internet.
Mucho ha llovido desde entonces. Hace ya más de cinco años que comencé a dejar mi pequeña huella sobre este mundo a veces ingrato, otras agradable, en el que se puede habitar relativamente bien siempre que tengas buena compañía.
Desde entonces, mucho ha llovido. Un momento de necesidad de hablar con el mundo dio lugar a un blog que no ha parado de publicar artículos más o menos personales durante cinco años y medio.
Y yo en medio de esta vorágine de internet, cargando pesos a veces más complejos, otras sencillos y agradables. Escribiendo un día sí y otro también. A ratos sobre temas simpático y cómodos, otras sobre auténticos asuntos que no me interesan nada. Pero siempre caminando hacia adelante. Sin desfallecer. Disfrutando de cada experiencia y tratando de no perder nunca el objetivo. Ese sendero que no se ha de perder de vista jamás, por muy intrincado que resulte. Esperanzado. Ilusionado. Enamorado. De frente.