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penemaker. El blog del amor y el freak, quizás, nada es inmutable

Las andanzas de Darío Persa

Hola a todos. Me llamo Darío Persa, y esta es la historia que cambió mi vida.

Vivía en una ciudad cualquiera, en un barrio cualquiera, con una existencia cualquiera. Nada era especial en mi.

Era un chico de instituto, con amigos de lo más normal, novietas y rolletes de clase, como es habitual.

Lo único que no era normal en mi vida era mi familia. Mi padre había desparecido años atrás, por lo que vivía con mi madre y mi cuidadora. Es cierto que resulta extraño tener una cuidadora cuando ya rondas los diecisiete. Pero es que esta señora era una especie de amante de mi madre, que desencantada con los hombres, había decidido cruzar de acera, pero por el que dirán, la pobre mujer seguía siendo presentada como la nanny o empleada de hogar.

En fin. Tal y como podéis sospechar, mi existencia transcurría plácida. Bueno, todo lo plácida que podía transcurrir para un chico de diecisiete años medianamente guapete.

Mis problemas, que para mi eran un mundo, vistos en la distancia, resultaban cuando menos, algo ridículos. Que si le gusto a Sara pero no a Mónica, que es la que me gusta a mi... Que si me han suspendido lengua y el cabrón del profesor de mates no me quiere dar el notable... Que si la hora de llegada a casa después de una fiesta es a la una o a las tres... Toda una retahila de "grandes" problemas que para mi no siempre tenían fácil solución.

Andábamos por el mes de octubre. El año escolar se presentaba igual de "coñazo" que todos los anteriores. Muchas ganas de fiesta y pocas de estudiar. Pero ocurrió un hecho peculiar. Un hecho, que si bien en su momento no le di importancia, a la larga acabaría cambiando mi vida. 

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