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penemaker. El blog del amor y el freak, quizás, nada es inmutable

pedazos

Cuando pienso en la cantidad de trozos de mi alma que he dejado por el camino, me entra cierto estado de ansiedad y desasosiego.

Es decir, cada persona que conozco y me cae bien, cada ser que aprecio, cada cual al que considero amigo, cada amiga o amante con la que he estado... cada uno de ellos tiene un trozo de mi alma, de mi ser, de mi existencia. Eso es mucho.

No quiero ser hipócrita, me siento orgulloso, pues pienso que cada segundo, minuto, hora o día que he pasado con aquellas personas a las que tengo en cosideración, merece la pena. Amo cada recuerdo que tengo de cada uno de ellos, me llena de satisfacción.

Ahora bien, pensando en mi mismo, en plan egoísta, ¿qué me queda a mi? Bueno, realmente, tampoco he dado tanto, y lo que he entregado, lo he hecho por propia convicción, por necesidad o incluso por el simple placer de dar sin esperar nada a cambio.

Hay partes de mi esparcidas por muchos sitios, y me siento orgulloso de ello. Me siento honrado por toda esa gente que ha querido ver más allá de mi carcasa y ha disfrutado cada momento que le he podido otorgar.

Soy egoísta, pues dando me siento bien, por eso doy. Doy por puro egoísmo, por que eso me hace feliz, me hace sentirme mejor conmigo mismo. Es curioso ser egoísta siendo generoso. No se, hay gente para todo. Cada uno es como es.

Pero, después de todo, no dejo de pensar en todos los pedazos de mi alma que he dejado por el camino. Todo lo prestado, todo lo dado, todo lo entregado.

Yo doy sin esperar nada a cambio. Cada persona que traspasa la barrera y se enfrenta a mi, se queda con algo de mi esencia, de mi ser. Algo que yo le doy por su valentía y generosidad. Algo de lo que cada día me queda menos. Algo de lo que cada día quiero dar más. Es incongruente y sobrecogedoramente contradictorio. Pero es algo que me identifica como individuo y ser humano.

En el fondo, siempre estoy mandando el mismo mensaje. Traspasa la barrera. Conóceme. No te quedes en la superficie. Entra. Pasa. Déjame que te enseñe mi verdadera esencia. Llévate un pedazo de mi ser. Estoy deseando dártelo.

Ya casi nadie quiere entrar. Yo no lo pongo fácil, pero somos demasiado superficiales, nos quedamos siempre en lo anecdótico, y nos cuesta ver la parte analítica. Buscamos lo sencillo, lo básico, lo fácilmente interpretable. Nunca vamos más allá. Nunca pensamos en las motivaciones de nuestros vecinos. ¿qué les hacer ser así? ¿qué les mueve? ¿cuál es el motor de su vida?

 a mi me encanta hacer sentir a  alguien el centro del universo. Conseguir que cada segundo sea eterno. Disfrutar de cada momento. Hacer de lo rutinario algo mágico. Eso no es fácil, pero a ratos, somos capaces de conseguirlo. Sólo hay que mirarse dentro, y dejarse llevar. Pero hay que buscar, hay que escarbar, no se puede pretender ser feliz sin trabajo y esfuerzo. Hay que saber llegar a la gente. Buscarle. Y dejarse buscar.

Al fin y al cabo, somos comos somos.

2 comentarios

Perry -

estoy muy de acuerdo contigo

Beso -

El alma es lo más preciado.
vulcanodelvalle.blogspot.com