La coraza
Estamos tan acostumbrados a un mundo que nos hace daño, que nos rodeamos de defensas, corazas y armaduras que hasta nos pueden alejar de nuestra propia humanidad.
Cuando estés a la defensiva, cuando veas que el miedo mueve tu vida, cuando dejes de ser valiente para evitar el dolor... habrás creado tales defensas en torno a ti que no te van a permitir ser tú.
Si te encuentras perdido, desolado, abandonado, solitario, ensimismado, encerrado... solo hay algo que te dirá el rumbo a seguir... tu corazón.
Él no se preocupa de si aciertas o no. No se preocupa de si es lo bueno o no. No se preocupa de con quien vas o no. Él solo te va a decir una cosa: lo que realmente quieres.
Aquello que anhelas, esas respuestas que no encuentras, lo que realmente deseas con todas tus fuerzas... todo está ahí.
Podrás pensar "¿eso no el lo que quiero?" o "si hago eso puedo salir malparado". Son dos ejemplos. Y si, son dos ejemplos reales. Pero eso a él no le importa. Esas cosas son mentales. El corazón sabe siempre lo que quiere. Lo que desea. Lo que se anhela. Aquello por lo que realmente debes luchar. Te guste o no te guste.
Todo lo demás son juegos mentales. Tretas del cerebro. Socialización. Justificaciones. Creaciones de tus defensas.
Un corazón siempre será sincero contigo. Pero no es fácil mirar ahí. Y no siempre es agradable lo que se ve. Pero eso es lo que eres.
0 comentarios