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penemaker. El blog del amor y el freak, quizás, nada es inmutable

Y yo me pregunto

A veces me pregunto, ¿y ahora qué? Si no te ves en un buen momento, y deseas salir de él, pero no sabes cómo, me lo pregunto.

Si estás en un buen momento, te sientes brillar, resplandecer, vas sobrado, y de repente las cosas dejan de estar claras, también me lo pregunto.

Si no estás inspirado, te ves en un túnel sin salida y no encuentras la dirección y la fuerza para avanzar, es otra pregunta con muchas posibilidades.

Si estás en ese proceso de autocomplacencia o autodestrucción, y no eres capaz de ver más allá, tampoco es mala idea hacerse esa pregunta.

¿y ahora qué? pues no lo se. La verdad es que me cuesta que salgan las palabras. Ahora, no se que va a pasar. Si lo supiese, estaría encantado de contarlo, pero la verdad es que no tengo ni idea. ¿Ahora qué? pues ahora, avanzaremos como buenamente podamos, y veremos a ver que pasa.

De todas formas, aunque la pregunta es importante, el conjunto está incompleto sin la respuesta. Y, si bien es cierto que con cada respuesta surjen más preguntas, no es menos acertado pensar que siempre encontramos alguna que otra solución. Párate a pensar por un momento en ese instante en que descubres una respuesta. Es cierto que se abalanzan más preguntas, pero no es menos cierto que has encontrado una de las respuestas.

Es decir, que si hay muchas preguntas por responder, y pocas respuestas, si hay que reconocer hay respuestas... no tenemos todas las que nos gustaría saber, pero haberlas, haylas.

Ante los malos momentos, ante las malas preguntas, ante los interrogantes incómodos, ante la falta de respuestas, creo que no debemos desesperar, sólo tener algo de paciencia, aceptar lo que vamos sabiendo, y no quedarnos hay, no ser conformistas... Paciencia e inconformismo pueden parecer antagónicas, pero si nosotros somos capaces, son perfectamente compatibles.

Y habrá quien se pregunte, ¿toda esta disertación, para qué? pues no lo se, pero cuando de con la respuesta, lo diré. Y también diré todas las preguntas que esa respuesta conlleve.

Y antes de irme, una cosa más. Hay que buscar la inspiración. Se vive mejor. Se es más alegre estando inspirado. Es necesario buscarla... en las cosas, las personas, los paisajes... Si algo me ha enseñado esta vida, es que es básica la inspiración. Las cosas salen mejor. Todo es más nítido si estás inspirado. Encuentras más respuestas, y las preguntas son más claras, concisas y talentosas. Es una búsqueda constante. A veces viene, a veces se va, pero siempre está ahí. Sólo hay que buscarla, aceptarla y vivirla mientras dure... ¿dónde estará la mía? no lo se, pero me huele en la nariz que cerca, y la voy a encontrar... seguro.

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