Blogia
penemaker. El blog del amor y el freak, quizás, nada es inmutable

Trozos del alma

A veces me paro a pensar en la cantidad de trozos de mi que he ido dejando por el camino.

A mis grandes amores les he dejado trozos de mi corazón que se que ya nunca voy a recuperar. Tienen un pedazo de mi que ya irá con ellas para siempre y yo nunca volveré a ver. 

A mi gente les he dejado un trozo de mi alma que lleva tanto tiempo con ellos que es más suya que mía.

¿Qué me queda a mi? He dado tanto corazón que ya casi me he quedado sin él, y las partes que quedan están tan oxidadas que raramente podrá alguien volver a penetrar en él. Está roto.

Mi alma empieza a estar tan repartida que ya no distingo entre las partes que me pertenecen y las que no.

A veces me paro a pensar que me queda. Que es mío y que no.

A veces me paro a pensar por qué he dado tanto.

A veces me paro a pensar si es cierto que he dado mucho, o he dado demasiado para lo que realmente siempre he querido dar.

A veces me paro a pensar... y mientras pienso, me doy cuenta de una cosa, estoy pensando. Y eso significa que estoy vivo, y que mi vida tiene mucha vida. 

0 comentarios