Blogia
penemaker. El blog del amor y el freak, quizás, nada es inmutable

Tocando fondo

Te caes. A veces no lo puedes evitar. Simplemente caes.

Notas que te hundes. Al principio luchas por salir. Es como hundirte en el agua. Al principio chapoteas. Peleas por salir a flote y respirar. Después... después te relajas. Te agrada el sentimiento de libertad que te produce la caída. Te dejas llevar... te hundes. Caes.

De repente te das cuenta que necesitas dejarte llevar. Te caes y no te importa. Sólo caes.

¿Qué hay debajo? ¿Hacia dónde caes? ¿Qué o quién te está esperando? No lo sabes, sólo caes. Sólo sientes que te quieres dejar caer. Es un viaje duro, pero notas que lo estás disfrutando. Notas que te quieres dejar caer. Sientes alivio. Sientes que es lo que necesitas. Caer. Sólo caer. Caída libre. Sin pensar, sin agobiarte, relajado, en plena caída. Sin preocupaciones. Sólo caes libre. Libre de ataduras. Libre de toda preocupación. Caida.

Nada te preocupa. Sólo caes. No temes al dolor. No quieres saber que va a pasar mañana. Ni pasado. Solo quieres caer. No quieres llegar al final. Sólo sabes que quieres caer. Disfrutar de la caida. Del paisaje mientras caes. Solo caer en paz. En ese momento eres feliz. Mientras caes.

La parte negativa de esto es que la caída no es infinita. La felicidad es etérea. La parte positiva es que cuando tocas fondo, sólo puedes ir hacia arriba. Te vuelves a levantar. La parte positiva es que cuando estás arriba sólo puedes volver a caer. Volver a caer en libertad. Volver a caer sin miedo a lo que te espera al fondo. Sin miedo. Solo caes. Ya está.

0 comentarios