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penemaker. El blog del amor y el freak, quizás, nada es inmutable

La pátina del poder

La pátina del poder

Bueno, pues ya tenemos aquí el verano. Calor, calor y más calor. Los chicos y las chicas nos ponemos poca ropa y enseñamos las piernas para disfrute de propios y extraños. Llegan las vacaciones, generalmente merecidas, pero no siempre.

Y esto, viene a colación de una reciente conversación con un muchacho con parentesco familiar conmigo. En dicha charla, me contaba los extrañada que estaba su chica, inglesa de nacionalidad, por la cantidad de trámites y papeles que tenía que presentar para conseguir una baja laboral. Por más que se lo intentaba explicar, la muchacha no era capaz de entender toda esta engorrosa parafernalia que envolvía a una efermedad.

Vivimos en un país increíble... En general, hay buena gente, pero tenemos que aguantar a cada jeta, sinvergüerza y vividor, que me acabo encabronando cada vez que lo pienso. Si bien es cierto que tenemos que aguantar a una clase empresarial que haría sonrojar de vergüenza al propio Keynes, no lo es menos que algunos trabajadores, empleados y asalariados de esta nación que nos rige son para mear y no echar gota. Bajas interminables para irse de vacaciones o tocarse las narices en casa, escaqueos contínuos dentro del trabajo por incapacidad o desgana, o simplemente, una caradura con la cual, Holcim tendría un filón para crear y vender un cemento que jamás cedería, ni siquiera ante un terremoto de 8 grados en la escala de Richter.

Recientemente escuché que un trabajador español sería mucho más productivo si estuviese bien remunerado... Creo que esa afirmación es cierta. En buenas condiciones laborales, lo ideal es decirle al empresario: si tu me aseguras un buen sueldo para que yo no me preocupe por mi vida privada, tú no te tendrás que preocupar por tus beneficios porque yo me dejaré la piel para que los consigas.

Creo firmemente en el trabajador español, bastante menos en el empresario, pero, en muchas ocasiones, todos ellos me dejan con el culo al aire, y eso, no siempre es agradable.

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