Billetes por antorchas

Tras la ’paja’ mental antes descrita, debo añadir, y sin venir especialmente a cuento, que el mundo del librojuego es tan defendible y respetable como cualquier otro. Un profesor, del que guardo buen recuerdo, apareció un día en clase un un libro de ’elige tu propia aventura’, lo tiró al suelo, lo pisó e hizo un comentario del tipo - esto es una basura-. Repito, no le guardo rencor, pero el género evolucionó tanto que ha llegado a convertirse en algo más que una ’basura’.

Se han editado grandes obras, pese a quien le pese, algunas de ellas con un estilo narrativo y descriptivo de gran calidad, y al que no le guste que no mire.

En cuanto a esas chorradas de que un librojuego es para niños, no tiene ni puñetera idea quien sostenga tal falacia. ¿El motivo de que se escriban libros para niños implica que la literatura es para niños? Pues no. Y el librojuego, igual. Si alguien lee Lobo Solitario o Brujería, que venga minutos después a discutirme que ha leído un libro para gente de 10 u 12 años y puede ser que se de con mi puerta en las narices.